6.28.2010

El ladrón de bicicletas

(Ladri di biciclette)
Director: Vittorio de Sica
Año: 1948
Duración: 93 minutos


Quieran mucho sus pertenencias, cuídenlas y no las anden dejando por ahí sin vigilancia snif snif….El ladrón de bicicletas


Al terminar la Segunda Guerra Mundial la hermosa Italia quedó medio muy jodida y sus habitantes pues igual, la onda de conseguir trabajo no está fácil (en México tampoco) y a nuestro protagonista Antonio Ricci, las cosas no le van muy bien porque sin trabajo, con una esposa y dos hijos la cosa está que arde.

Pues un buen día (ese sí fue un buen día, el que le siguió no, ya verán por que) le ofrecen un trabajo pegando carteles publicitarios en los muros (del facebook jajaj, no cierto) de la ciudad, el trabajo parece perfecto, tampoco es que Antonio anduviera para ambiciones en ese momento. El único requisito para el trabajo es tener una bicicleta… Antonio la tiene o la tenía porque la empeño, pero aún así acepta el trabajo con la esperanza de recuperar su amado vehiculo quien sabe como.

Al llegar a casa todo molesto por tener trabajo pero a la vez no porque no tiene la bici, su esposa decide empeñar lo único que tienen de valor, las sabanas de la familia (seguro que no habían pensado en el valor per cápita actual de sus sabanas) con el dinero obtenido sacan del empeño la bici y súper bien todo.

El primer día de trabajo de Antonio inicia y se le enseñan las artes del empapelado de paredes que luego tienen más carteles que material de construcción. Antonio hace su recorrido y mientras pega un cartel, se distrae un momento y su bici es robada ¡ahhhhhhhh! Nuestro protagonista corre tras el ladrón de bicicletas, pero no lo alcanza y es así como inicia toda una odisea en busca de la bicicleta, ya sea completa o en partes.

Antonio, algunos amigos y su hijo Bruno acuden a lugares donde acostumbran vender las partes de bicis y autos robados, pero encontrar la cadena, el manubrio, el neumático, el aire del neumático, etc, entre todo el mundo de chatarra no es tarea fácil. La búsqueda y la desesperación llevan a Antonio incluso a consultar a una adivina que tiene el buen tino de decirle que según sus visiones más allá de lo evidente tiene que encontrar la bici pronto o si no ps ya mejor que la olvide…. jajajaja no pues sí.

Hacia el final del día, la en la búsqueda solo quedan Antonio y Bruno que ya tienen hambre, ya se pelearon, les llovió y no tienen bici. Ya casi sin esperanza alguna y ante el prácticamente nulo apoyo de las autoridades, el atracado Antonio y su hijo se detienen frente a un estadio de fut, donde el partido aún se desarrolla y ahí afuerita en el estacionamiento, cientos y cientos y cientos y cientos de bicicletas solas en espera del final del encuentro futbolístico.

La visión de las bicicletas ahí solitas provoca desesperación en Antonio y tiene una idea, le dice a Bruno que se vaya a casa, que él lo alcanzará, Bruno hace caso y camina en dirección del autobús mientras su padre decididamente se acerca a una bicicleta recargada en un muro cerca del estado, sube a ella y comienza a alejarse del lugar, pero el dueño de la bici grita y parte de la gente que esta saliendo del estadio persigue al ahora ladrón de bicicletas, atrapándolo casi luego luego y haciéndolo pasar una vergüenzota, principalmente ante su hijo que no había podido subir aun al bus y fue testigo de lo pésimo delincuente que es Antonio.

Todos podríamos convertirnos en el ladrón de bicicletas, o en el de patinetas, el de carteras, etc. si la vida nos pusiera en la necesidad de pegar carteles en las calles de la Italia de la posguerra, pero no cualquiera puede ser el protagonista de una peli de Vittorio de Sica eso sí que no, así que no se roben las bicis y busquen un trabajo de bien.

Escenas que no te puedes perder:
Cuando le roban la bici
Antonio pelea con su hijo
Cuando se roba la bici

Trailer

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