6.22.2010

Criaturas Celestiales

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(Heavenly Creatures, Nueva Zelanda, 1994)
Dirige Peter Jackson.
Con Melanie Lynskey y Kate Winslet.
Dura 108 min.

A mi parecer, todos hemos (emos //_º) pasado por una edad donde nuestros padres creen saber qué es lo que más nos conviene cuando, en realidad, no tienen idea porque son de una generación diferente, de la Edad de Piedra, sin internet ni xtube. En esos momentos, según recuerdo, a uno le dan unas ganas impresionantes de apedrearlos hasta la muerte, pero uno no lo hace porque son los papás, ¿quién mataría a sus padres?

Pauline es una chava medio pobretona que vive en la Nueva Zelanda de la década de 1950, que es más o menos como la Nueva Zelanda de ahorita, pero tipo 50-60 años atrás y sin hobbits. Bueno. Pauline es de esas chavas que así que digas "uy, es bien popular" pues no, es que le gustan cosas medio raras como la ópera o los cuentos de la edad media, caballeros, cruzadas, príncipes y, sobre todo, princesas. Vamos, que es medio macho. A su escuela transfieren a Juliet, una chava que caga varo pero también es rarita, si bien no lo expresa en su exterior porque es una perfecta damita para el mundo. Cuando se dan cuenta que les gustan las cosas raras se hacen amigas raras.

A través del tiempo que pasan juntas van construyendo un mundo imaginario con un metalenguaje fundado con base en una realidad onírica... pfff... inventan cuentos de un lugar llamado Borovnia, con personajes completamente centrados en lo que ellas preferirían estar viviendo y no en pleno boom post industrial y así. Juliet y Pauline, las mejores de las mejores amigas, pronto comienzan a transformarse en sus personajes, desarrollan un vínculo tan estrecho que raya en lo nasty porque se hablan como si una fuera la princesa y otra, el príncipe. Y no lo son, pero tampoco es que lo quieran ser, sino que en ese mundo, lo son. O sea... ¿Ajá?

Pero pobre Juliet, le da el dengue y la tienen que llevar al hospital, donde se queda internada con intravenosas por mucho tiempo, tanto que a Pauline no la dejan ir porque qué tal que se contagia. Pues se mandan cartas, hablan de Borovnia (donde nació Ary Borovoy) y de Lazlo Lozla, gran violinista famoso en los suburbios de la Gran Manzana. Pero zaz, que el papá de Pauline encuentra una de las cartas y como no entiende que no son ellas sino las otras ellas del mundo de a mentis, pues dice "prefiero una hija muerta que dyke" y habla con la mamá de Juliet, que se horroriza del sólo hecho de imaginar a su hijita primorosa tan cerca de una pepa que no sea la propia. Y así, deciden llevarse a Juliet lejos, que no se vuelvan a ver, que se curen (porque en esa época era una enfermedad mental ser guei [que no lo eran, carajo, cuántas veces lo tengo que decir], pero luego los liberales locos dijeron que 'ay no, eso no es enfermedad...'). Las chavas se enteran y oooooooobvio se ponen tristes, como los tigres que tragan trigo en un trigal.

Plan A: Escaparse juntas a América (no explican bien, pero es casi seguro que no a Sudamérica), publicar sus historia, ser amigas para siempre, ¡pasarla bomba! Pero eso no se puede porque ps no lo planean bien, una la caga y la otra la embarra, equis.

Plan B: Deshacerse del principal obstáculo de seguir viviendo tal y cómo lo hacían ahora. La mamá de Pauline, así, se convierte en su objetivo, será necesario acabar con ella para seguir en su lesbo-realidad (ok pues, a lo mejor sí lo eran tantito). A Juliet le quedan sólo unos días antes de mandarla a Sudáfrica, donde va a ser el Mundial, pero les dan chance de pasar esos últimos días despidiéndose. El día antes del viaje realizan un último paseo juntas, acompañadas de la señora mamá de Pauline. Las morras esconden sigilosamente, como Shakira, una piedra de fantasía en un caminito del monte donde saben que van a pasar. De esa forma, al caminar por el lugar, la mamá les dice "awwww, miren", momento que Pauline aprovecha para sacar un calcetín de su bolso (porque podía ser tortilla, pero no naca), le mete una roca, camina hacia su agachada madre y... digamos que la cabeza de la señora no volvió a ser la misma.

Al final su plan ni sirve porque las cachan y ahora sí que las separan para siempre, como son niñas de 14 añitos pues no las llevan presas, pero una se queda en un continente y la otra, pues en otro. O sea que la cagan mucho, no se volverán a ver nunca más y aprendieron la valiosa lección de no matar a su madre a menos que en realidad valga la pena. En su caso, sólo se llevaron la pena y el oso de ser las asesinas que tijereaban, cuando ni eso.

Criaturas Celestiales nos enseña a ver la vida con diferentes ojos, con ojos de diversidad, de esquizofrenia, de perspectiva de género y de muerte. La historia, que se fundamenta en un pasaje real de los asesinos menores de edad, nos ofrece también una posibilidad de apreciar ciertos detalles que en la vida pueden pasar sin gracia si no pone uno mucha atención, como la imaginación y su fuerte poder de convencimiento, imaginación que sirve para, en el peor de los casos, convertir a la realidad real en lo que en serio no es real porque no está padre. Y eso hace el paro, habrán momentos donde sea más mejor andar caminando en otros lados y ya luego se regresa. Qué más da. Whatever...

Siempre suyo... Roi.


3 comentarios:

Lipstick dijo...

tengo que aplaudir, muy buena elecciòn roysin!! esa peli si que me gusta!

Roi dijo...

Gracias nenista

Atte. Roisin Morfi

Unknown dijo...

tu fanz forever, lo amo más