11.22.2010

Los 101 Dálmatas

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(One Hundred and One Dalmatians, EE.UU., 1961)
Dirige Clyde Goronimi y otros dos
Voces de Rod Taylor, Cate Bauer, 101 dálmatas angloparlantes
Dura 79 minutos

Hubo una época que en casa vivieron como 10 perros, nuestro mayor problema no era que los quisieran robar en el nombre de la alta moda (de la de verdad, no las nacadas del D-Fashion) sino que no se peleaban al comer sus tazones de vena y bofe. Pero en el caso de la sociedad londinense de los años 60, la cosa no era así de simple.

Roger era un trovador que vivía consigo mismo y su perrito Pongo, pero no era gay. Un buen día, Pongo, harto de la falta de sexo en su miserable existencia y temeroso porque Roger cada vez le echa ojos más indiscretos, decide ir de paseo con su amo a buscar a una linda can y su ama frondosa, turgente y flexible, para el chico. Así ven pasar a varias parejas de mujer/perra con distintos puntos a favor y en contra, unas de cara muy larga, unas gordas y arrugadas, unas más jipis, otras definitivamente lesbianas y fans del bestialismo, pero cuando está a punto de darse por vencido y comprarse unos poppers, divisa a Anita, una bella chica de minúsculo talle y su perra Perdita (Durango), dálmata también como el varonil can. Como ellos se gustan, buscan la forma de enredar sus cadenas y poner a Roger y Anita frente a frente, lo que le causa una erección al chico y ella, muy liberal, se muda a su flat.

Días (Porfirio) después de la boda, Perdita se-alivia de 15 cachorritos aunque uno le sale muerto y lo tiran. Llega entonces una ex compañera del cole de Anita, una distinguida dama de sociedad y buen vestir, como Talina Fernández, llamada Cruella De Vil, quien está en el negocio de la moda y se enamora de los cachorritos y sus finas pieles, obviamente porque se quiere hacer un abrigo de lo más chic, pero los dueños, que no entienden nada de nada, se niegan a venderlos porque Ay pobrecitos y Ay los perritos. Cruella, así, decide contratar a dos buenos para nada que deben ir a hurtar a los animalillos y desprenderles la piel aún vivos, para que ésta no se tense demasiado y sea siempre suave y calientita para los duros inviernos. Los roban, la PGR no investiga por falta de evidencias y todos quedan tristes.

Pero Perdita que es bien chimolera se pone en contacto con los perros de la cuadra, los pobres que viven (o sobrevivien con restos de comida podrida) en las calles así como los vecinos de Soho, todos aúllan como desquiciados para saber si alguien sabe algo de los perritos robados. Un par de perros viejos y mañosos sí escucharon de los cachorros, que están resguardados en un almacén de perros finos, donde Cruella ya dio órdenes para que los despellejen cuanto antes porque siempre sí se abrió una averiguación previa y porque ya es octubre, no vaya a ser. Los padres, enterados del paradero de sus primogénitos, se escapan de su hogar a buscarles, dejando a Roger y Anita sumidos en la frustración de un matrimonio sin hijos ni mascotas, dejándoles ver quién es aquél que vive con ellos, lo cual les da asco.

Cuando llegan, Pongo y Perdita muerden a los buenos para nada que siguen sin obedecer y tienen a los animales aún vivos, pero confinados y a punto de morir de la asfixia, porque el agua para escaldarlos aún no hierve. Sin embargo, mientras los dos perros rabiosos (de enojo, no de enfermedad) enfrentan a los captores, los perros chismosos ayudan a los pequeñitos a salir del lugar, nomás que ya no son 15 sino un chingo más porque pues el abrigo es grande, Cruella es una mujer alta y muy delgada, realmente atractiva. Total que todos escapan y Cruella los persigue en su automóvil, los caninos infames se disfrazan con lodo de labradores, pero la nieve limpia sus deliciosas patitas blanco con negro, lo que provoca que la señorita De Vil de un volantazo para volver tras ellos, sin embargo las calles están congeladas y ella no usaba el cinturón de seguridad, por lo que muere al instante, desangrada y con su propia piel desprendida por el tallón que se da contra el asfalto.

A los animales no les importa y regresan a casa, donde Roger y Anita ya se olvidaron de ellos porque por fin consigue un hitazo el hombre de la casa, se vuelven ricos y se mudan.

Los 101 Dálmatas nos relata una cruel historia que ejemplifica los vicios del capitalismo y los DON'Ts de la moda. A pesar de que Cruella representa a la mujer moderna, quien trabaja por su cuenta y enfrenta al mundo que insiste en ver primero en ella a una diosa de belleza, cuando por dentro también es una destacada feminista, los horrores de la sociedad patriarcal salen a relucir con la mayor de sus hostilidades: la mujer nunca puede vestirse con lo que prefiera porque siempre ha de ser objeto de juicio de terceros. Por otro lado, también nos habla de la imperiosa necesidad de castrar a los animales de compañía, evitar el sufrimiento de una perra pariendo a 15 bastarditos y las eventuales complicaciones desde las infecciones vaginales y la eterna ironía de los fetos nonatos.

Siempre suyo... Roi.




11.10.2010

El Graduado

(The Graduate)
Director: Mike Nichols

Año: 1967
Duración: 106 minutos


Una peli que me gusta mucho mucho y eso que aún no me he graduado (pero hoy ya me pusieron un ultimátum) con ustedes, El graduado.



Cuando finalmente termina la escuela se abren miles de chafisimas oportunidades que a nadie le importan y a uno le dan ganas de volver a estudiar o de que lo mantengan sus padres por el resto de sus días, esto le pasa también a nuestro protagonista Benjamin, un chavo que regresa a casa después de estudiar mucho solo para darse cuenta que ahora ya es un desempleado y que güacala todo, pero las cosas a pesar de esto no le pintan mal pues sus padres son muy dadivosos y están conscientes de que la cosa esta difícil para la chavisa y le dan todo el amor y el varo que este joven confundido necesita.



Probablemente lo que Benjamin necesita con más urgencia es una chava que le haga compañía y esta aparece en donde menos lo espera, en una fiesta de sus padres y la chica en cuestión es ni más ni menos que una ñora muy güapa pero al final señora esposa de un amigo de la familia de Benjamin. Nuestro protagonista no muestra mucho interés al principio hasta que la señora Robinson se le avienta ya con todo y se vuelve irresistible para Benjamin. El amasiato cochino de estos dos personajes continúa en secreto y echando el hotelazo y bla bla bla.



La cosa se complica cuando desde la universidad de Berkley llega Elaine, la hija de la señora Robinson y el esposo de esta piensa que como Benjamin es muy buen muchacho quien mejor que él para acompañarla durante su visita. Elaine es toda ternura pero no así gacha y desde el inicio le late Benjamin y trata de que su primera cita salga padre pero Benjamin que quiere seguir tirando con la señora Robinson y aconsejada por esta le hace pasar una velada re fea hasta que se da cuenta de que se está portando muy gandalla y de que la hija está mejor que la mamá.



Ben inicia una relación con Elaine y termina con la señora Robinson, pero esta no se queda quieta y le cuenta a su hija que el malvado Benjamin la violó y que es de lo peor y que además es Dustin Hoffman. Elaine desilusionada no quiere saber nada y se regresa a Berkley mientras que Benjamin queda muy mal ante los ojos de todos (principalmente ante los del señor Robinson) y pues sea como sea nadie se traga el cuento de que Benjamin fuera un violador sino más bien un chavo descarriado.



Ben se lanza a Berkley a buscar a Elaine pero esta ya está planeando ondas con otro chavo, cosa que Ben no sabe y como es medio lento se entera que el amor de su vida se va a casar con otro… al día siguiente ahhhh, tons vuelve a viajar para impedir al boda o nomas por morboso pero no llega a tiempo y solo alcanza el momento en que los novios se besan y les aplauden; Benjamin que no sabe nada de normas de etiqueta o buen gusto se atreve a gritan ahí desde el segundo nivel de la iglesia poniendo el toque feo a la ceremonia al punto que la novia también se pone loca y se fuga con Benjamin no sin recibir unas bofetadas por parte de su anciana y cachorra madre.



La historia del graduado nos habla sobre el ocio y lo peligroso que puede resultar graduarse, en el temor de morir de aburrimiento después de terminar la escuela uno puede hacer locuras como tirarse a una señora o impedir una boda.




Escenas que no te puedes perder:


La señora Robinson se encuera así sin más ni más frente a Benjamin

Benjamin lleva a Elaine a un tugurio para que le bailen unas viejas bien sabrosas
Benjamin llega a la iglesia e impide la boda.

11.01.2010

Ojos Bien Cerrados

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(Eyes Wide Shut, EE.UU./Reino Unido, 1999)
Dirige Stanly Kubrick
Salen Tom Cruise, Nicole Kidman y Sidney Pollack
Dura 159 minutos

Antes que Penélope Cruz y Katie Holmes, hubo una época muy bella en la historia de la humanidad cuando Tom Cruise y Nicole Kidman fueron novios, Brangelina y Bennifer se las pelaban, ni Niurka & Bobby les llegaban cerca. Explorando una historia de cómo una pareja de lo más normal se ve envuelta en una red de pesca y mentiras, sexo y regalos de navidad, Kubrick filmó 'lo que viene siendo' su última película sobre la vida de este par de sexys ya venidos a menos.

Para ser más artístico, Stanley les puso nombres diferentes pero sí son ellos, aguas!

Todo comienza con la fiesta de un viejo y rico paciente del Dr. Bill, quien acompañado de su guapa esposa Alice, acude a representar la misma historia de siempre con la misma gente de siempre en la misma fiesta de siempre: un médico guapo, aunque chaparro, generoso y posiblemente bien dotado, que corteja a las modelos putillas y se hace el difícil. Por su parte, Alice representa a la típica deslumbrante esposa del médico, historiadora del arte ella, cortejando viejos bien conservados pero siendo siempre una calienta huevos. Es lo que ellos hacen, lo saben y no les importa porque nunca pasa nada más, sólo es reafirmar que le siguen gustando al mundo, lo cual a nadie cae mal. Y todo habría acabado ahí, hasta la peli, excepto que el viejo paciente 'se mete' con una meretriz de cuestionables hábitos con las drogas duras, un problema para los jóvenes, que acaba en el viaje mal pedo pero la rescatan de morir a tiempo y el paciente le dice "Oye, pero shhh...".

De regreso a casa, Bill y Alice se están echando un porro mientras platican lo cagado de la fiesta, Alice se pone poquito celosa pues Bill ahora se ligó a dos chavas mientras que ella sólo a un vetarro, pero lo que más le cagó fue que Bill le dijera que era natural que ese vetarro la quisiera hacer suya, pues es muy hermosa (tan hermosa que nos muestra su cuerpo desnudo sin una sólo inperfección, tal como le gustan a mi amigo Marky Mark). "Ah, ¿sólo porque soy muy hermosa?", dice Alice, quien no puede creer que su esposo de añízzimos dijera esa mamada como si fuera sólo un trozo esbelto y pelirrojo de carne. Bill le quiere dar la vuelta pero ella no se deja, se pone de bitch y, para que se le quite, le cuenta que una vez vio a un marinero que se fue a la mar, quien la dejó boquiabierta y pensó que si éste la hiciera suya, aunque fuese por una noche, ella estaría dispuesta a dejar todo lo que tenía en su vida sin arrepentimiento. Y todo lo que tiene en su vida es a Bill y su hijito, por lo que la confesión 'le caló hondo' a Bill, quien decide ir a dar el rock and roll.

Caminando por la gran ciudad, Bill se va a asomar a un baresillo donde toca un amigo suyo que volvió a topar después de años de no verse, entre copa y copa, al jazzista se le escapa contarle de unas fiestas swinger bien padres que de reojo ha visto pues son tan secretas que les tienen que sacar los ojos a los músicos, aunque como él usa lentes sólo se los vendan y una vez se los vendaron mal. Bill, caliente como toro en brama, lo obliga a que le diga dónde va a ser y cómo puede entrar así que corre a la tienda de disfraces (porque además de pervertidos son penosos, mustios como esos que me cagan tanto) y se presenta al lugar con el atuendo correcto, enfundado en una máscara veneciana y su hombría expectante.

Ya en la segunda fiesta (como se puede ver, Bill es todo un party animal), el médico recorre la gran mansión observando cómo no se trata únicamente de una fiesta de sexo de todos contra todos, sino de un rigor y disciplina propios de una armada, ante lo que él desentona con tanto recorrido y poca participación. Una nena que anda por ahí, de perfectos senos mesurados y erguidos, le dice que no mame, que se vaya o se la van a aplicar. Y justo eso pasa, el mayordomo enmascarado lo retiene y lo lleva hasta el salón principal, donde le preguntan la palabra clave más clave de todas y como no se la sabe, le dicen que ya valió, pero la valiente mujer de los senos perfectos se ofrece para ser castigada en su lugar, por lo que la identidad de Bill permanece oculta y se le invita a abandonar la sesión. En ese momento, él reconoce que la morra era la putilla a quien salvó la vida en casa del viejo rico, de modo que el viejo rico SEGURO anda por ahí.

Pero equis, igual se va. Llega a casa sólo para escuchar que su esposa volvió a soñar con el marinero que se fue a la mar para ver qué podía ver. Pfff. Mejor se vuelve a ir e intenta descubrir qué pedo con esta pandilla de enfermos sexuales, busca a su amigo músico pero le dicen que ya se fue porque lo fueron a buscar Dos Tipos de Cuidado. Va a buscar a una vieja prostituta que se iba a cenar el día de la segunda fiesta y se entera que ya no vive ahí porque le dio el bicho. Lee el periódico y se entera que la chava que lo rescató está ahora muerta por una sobredosis pero además al devolver el disfraz el dueño le ofrece el servicio especial de su hija menor de edad. ¡Ay nanita! ¡Demasiadas cosas en demasiado poco tiempo! Por si fuera poco, un tipejo se pone a perseguirlo por las calles, como de Scooby Doo, da vuelta a una calle y ahí está, da vuelta a otra y ahí está :'O

El viejo, rico y pervertido paciente lo busca también y le confiesa que él mismo particpó de la alocada reunión que vio y le dice "Es de que me llamaron la atención porque eres mi amigo" aunque también le jura que la muerte de la morra no tiene nada que ver con un supuesto castigo. Y bueno, Bill se va a casa, donde debió estar desde el inicio, sólo para encontrar su ya devuelta máscara veneciana junto a su esposa dormida, así que se pone chipil y le cuenta todo porque la culpa lo carcome, como si tuviera lepra. De la conversación nada se sabe pero al otro día, mientras hacen las compras de Papá Noel, Alice le dice que igual lo quiere mucho y que ya las peguen otra vez, él contesta que sí y que ojalá puedan hacerse el amor pronto.

Ojos Bien Cerrados nos habla de los peligros del sexo fuera del matrimonio y las bondades de ser rico. Bill representa a ese pequeño actor de Hollywood que todos llevamos dentro, aquel que le reza a un extraterrestre y quien brinca en el sofá del programa de una irónica negra, rica y lesbiana. Ese pequeñeco que lucha día a día con tal de que su vida sexual siga siendo emocionante y lo haga vibrar, sin darse cuenta que no siempre tiene que ser así, o sea, sí pues, coger está bien, pero si no nos gusta también está bien y, en ciertas ocasiones, hasta está mejor para que no acaben hostigando a nuestra familia y nos hagamos la fama de unos ninfómanos-metreros-manhunteros-cam4eros en la ciudad.

Siempre suyo... Roi.