Anaconda

(EE.UU. y Brasil, 1997)
Dirige Luis Llosa
Con Jennifer Lopez, Cubo de Hielo y Jon Voight
Dura 89 min.

El período vacacional de verano ha llegado al país (el mío, México) y, con ello, la oferta turística se abre como un abanico de posibilidades. Sin embargo, nada en esta vida viene sin consecuencias y casi cualquier destino de playa tiene pros y contras, como el bronceado o el dengue, respectivamente; la comida barata del mar o el oleaje mortal del Pacífico, respectivamente. Y así. Convoco, por tanto, a irnos a la selva del Amazonas donde es más fácil que lo pasemos super onda.

Un equipo de producción viaja al Amazonas para filmar (quesque, yo no se mucho de cámaras pero no parecía película) a una comunidad de aborígenes de la selva, sus costumbres y la vida pobre en el tercer mundo, porque hasta aqui hay clases. Como no saben bien para dónde remar, porque hacen todo menos investigar donde vive la tribu que buscan, se aprovechan de un viejo con el que se encuentrar y les dice que él sí sabe. Después de todo, habla perfecto inglés y tiene cara de maldito, ¿qué podría salir mal?

El remero del barquito parece conocerle, pero no dice nada, así que todos confían en el buen hombre, quien los interna poco a poco en los parajes más selváticos de la selva, rodeados de manglares y (serpientes asesinas) un caudal famoso por su basta fauna local. El viejo, que es un cazador de serpientes, en realidad está a la búsqueda de un ejemplar de anaconda, una magnífica bestia de sangre fría conocida por su corpulento perfil y apetito insaciable de personas, la cual le encargó Britney para su video de Im a slave for you. Los necesita porque él no tiene un barquito ni carnada, situaciones que el crew de documentalistas satisface con creces.

Una vez que están tan engañados que es imposible regresar, el viejillo loco saca el cobre y los obliga a ayudarlo, pero de pronto sale el terror hecho gran lombriz dentada y se come al chofer del barco, por lo que otros dos salen a buscar su cuerpo (no sé por qué) y, obviamente, se comen a uno de los dos. La anaconda, como se puede apreciar, gusta de comer sólo a gente de piel clara, no porque sea una serpiente racista sino porque no es una serpiente naca. Se salva Cubo de Hielo y, en la confusión, consiguen darle un cachazo al infeliz hombre de la tercera edad, lo amarran y planean cómo largarse de ahí. Pero el gusto les dura poco porque cuando lo amarran se olvidan de hacerle nudo al lazo así que se desata y avienta a otros al agua y se los comen también(las anacondas y pirañas).

El pánico aborda el bote, la multitud enloquece, el sudor frío los invade y se le hace "así". El viejo maldito obliga a la disminuida tripulación a meterse a una como planta de bombeo de PEMEX, pero de Brasil, PEMEXINHO, de donde supuestamente sacarian gasolina para volver ahora que todo ha resultado mal. Pero no, es una trampa, J. Lo y Cubo de Hielo serán la carnada final para que la anaconda sea atrapada. Afortunadamente la anaconda persigue a Cubo de Hielo por una gran chimenea, que el hábil rapero consigue encender y se quema (la serpiente, mamá de la serpiente que los atacó primero pero que mataron a balazos). El viejo también se muere y cuando pretenden regresar, la quemada anaconda intenta atacar de nuevo pero le dan un hachazo y ahora sí se muere. Y ellos se van, sin amigos, de vuelta a su país imperialista.

Anaconda nos enseña la vida en el tercer mundo, los spring-breaks que salen de control y la gravedad de la demensia senil. Y ya, básicamente sólo eso con toques de animales en CGI y motores reales, combinados, uno que otro chiste y mucha acción y aventura.

Siempre suyo... Roi.