9.21.2009

El hombre de papel

Buena, muy buena, basada en cuento de Luis Spota… Chiste: si Luis Spota, su esposa es…jajajajajaj, que la disfruten

Director: Ismael Rodriguez
Año: 1963
Duración: 110 min

¿Cine mudo, para mudos? En está peli solo hay un mudo, Adán, que pasa sus días como pepenador, recorriendo toda la ciudad para juntar un súper costal de basura (reciclable) por la que le pagarán unos centavotes. Pues la vida de Adán no es fácil y más porque es ambicioso (un mudo no debe ser ambicioso) y desea casarse, pero muuuuuuuuuucho más desea tener un hijo.

Ok, momento de revisar las cualidades de Adán, mudo y pobre, habrá que resolver eso… Adán ya tiene en mente lo que quiere, lograrlo no está sencillo, su deseo se acrecienta cuando su amado y callejero perro muere atropellado y conoce a una prostituta italiana, que ahí dos dos aguanta. La mujer en cuestión (seleccionada para madre del hijo de Adán) no cederá a los deseos del protagonista hasta que una buena cantidad de dinero ablande su duro corazón. Adán junta algo así como 50 pesos que no le duran nada (igual que los de ahora) y claro que no son suficientes para conquistar a su amada prostituta.

Pero la fortuna acompaña (a veces) a nuestro protagonista y este encuentra que una cartera que recogió del basural contiene billete de exorbitante denominación, misma que para el es totalmente desconocida. Para conocer las posibilidades que dicho billete le brinda, visita a sus “amigos”; un chofer y la encargada de un centro de recolección de cartón y plástico, que cuando ven tremendo billete buscan la forma de robarlo. Adán, nada tonto (hasta el momento) al observar la reacción de sus amigos, sabe que la cantidad puede costear su anhelado sueño, tener un hijo con la prostituta italiana.

El billete y la ambición de quienes le rodean, muestran a Adán que en realidad los amigos son una cosa relativa y no se puede confiar del todo en ellos y que las prostitutas no quieren tener hijos de sus clientes, entonces la solución obvia es la adopción. Al llegar al orfanato trata de explicar a la directora del mismo, como con ese billete, criará, educará y asegurará el futuro del niño que le den. Total que no, para el mudo no hay niño ni fortuna, porque resulta ser que el billete es de diez mil varos (antes no era mucho, ahora no es nada), cantidad impresionante para un pepenador, pero no suficiente para cambiar su destino.

¿Se puede tener un hijo con solo diez mil pesos y nada más en el mundo? Tal vez sí, Adán ya había observado en la calle a un hombre y su show de ventriloquia (Adán no sabe que es ventriloquia) en el cual un muñeco con características infantiles dialoga con el público; el ventrílocuo toma la difícil decisión de cambiar su horrendo mono por el dinero de Adán, explicándole que debe dejar pasar 12 horas para tratar de platicar con su adquisición; Adán obedece y al termino del plazo, destapa a su nuevo hijo y este no funciona… no, claro que no.

En esta historia se muestra la problemática de encontrar cambio de billetes de alta denominación, de tener hijos y de ser ventrílocuo. El público encontrará en la película un ejemplo más de que la basura de unos es la basura de todos, pero puede que esté muy chida, si no me creen vayan a Pinosuarez


No hay trailer pero disfruten esto.

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