Audición

(Ōdishon, Japón, 1999)
Dirección: Miike Takashi.
Protagoniza: Ryo Ishibashi, Eihi Shiina, Tetsu Sawaki.
Duración: 115 minutos.

Se enferma tu esposa gravemente, tu hijo no tiene más de 8 años. Se muere tu esposa, tu corazón queda destrozado. Siete años después estas listo para recuperar el tiempo perdido con las nenas y ¿cuál es tu mejor idea? Organicemos una audición de jovencitas incautas, una de ellas seguro se enamora de ti.

Error.

O casi.

El Sr. Aoyama pasa los días cuidando de su hijo adolescente, Shigehiko, interesadísimo en los dinosaurios como el más ñoño de todos, pero hasta él tiene la oportunidad de ligarse con una colegiala y comenzar a planear el uso que dará a su aparato reproductor. El hijo le dice que ya está viejo y que debería buscar una novia, pero el Sr. (el Sr. Aoyama, no nuestro Sr. en los cielos) no quiere pasar por la dificultosa tarea de salir y tener citas, lo que él quiero pero ya es una chica entre 20 y 30 años, bella, obediente y con algún talento artístico. Obviamente.

Su amigo, un productor de telefilmes (o así suena) opina que en una audición encontrarán a la candidata perfecta, reúnen a 30 chicas y el día llega por fin. Una a una van pasando a conversar un poco de su vida, sus talentos, lo que les gusta y lo que no, del amor y de todo ello que es muy importante saber de una futura protagonista fílmica. Pero el Sr. Aoyama ya le había echado el ojo a una en especial, una a cuyo currículum le había caído té una noche antes, una que pensaba que la muerte era cosa sin importancia ahora que no podía seguir bailando por una caída saliendo de una fiesta, que le provocó un esguince en el tobillo izquierdo. O algo muy parecido.

Pese a que el productor le pide a su gran amigo que se mantenga alejado de la chica mientras confirman sus datos, Aoyama no puede dejar de pensar en ella, la hermosa Asami, y la invita a salir, a tomar una soda, una cerveza, una elegante cena, un fin de semana en la montaña. Está seguro que es la mujer de sus sueños y en ese viaje le pedirá su mano. Pero algo ocurre después de su primer noche solos, la primera vez que hacen el amor, la primera vez que se hacen suyos, la primera vez que se dan la prueba de amor, la primera vez que duermen juntos y cuando despierta el hombre, su chica ha abandonado el hotel y desaparece por días. La persona promedio habría entendido la indirecta pero no él, quien la busca sin encontrar más que turbios detalles de lo que parece ser una vida muy inestable de una chica muy inestable.

Resultado: Asumi entra a casa de Aoyama; Asumi paraliza a Aoyama; Asumi inserta agujas a Aoyama; Asumi corta un pie y medio a Aoyama; Asumi mata al perro; Shigehiko interrumpe la tortura; Aoyama no puede hacer nada además de balbucear; Asumi intenta atacar a Shigehiko; Shigehiko lanza a Asumi por la escalera; Asumi aún habla con Aoyama; Asumi, Aoyama y Shigehiko estan aterrados; la película acaba.

Ōdishon nos relata el día a día de un madurito en búsqueda del amor fácil, el día a día de una chica en búsqueda de pies para serruchar y el día a día de un Japón donde el casting de una película se realiza en una sóla tarde. Sin embargo no debe confundirse las intenciones de Asumi tras la amarga experiencia: ella en realidad amaba al Sr. Aoyama y fue muy clara cuando le pidió que sólo la amara a ella y a nadie más; él desobedeció amando a su ex-esposa muerta, su hijo y su perro, así que su castigo es más que justo: debemos aprender a no prometer cosas que no estamos dispuestos a cumplir. Es importante resaltar que, a decir del director Miike, es posible vivir dentro de un costal sin varios dedos, sin lengua y sin pies, siempre y cuando nuestro casero de confianza nos alimente con su propio bolo alimenticio una vez que éste ya se ha comenzado a digerir.


Siempre suyo... el Roi.